Para adiestrar a la cobaya debemos estar muy pendientes de que su sistema de comunicación se basa en sus dos principales sentidos, que son la vista y el oído. A través de ellos, aprenden a asociar acciones con caricias o alimento, así que no debemos extrañarnos si cada vez que hacemos ruido con la bolsa de comida, ellas empiezan a hacer “cuys” para llamar nuestra atención y obtener así su “recompensa”.
Para poder entender un poco mejor el sistema de aprendizaje de las cobayas, vamos a explicar un poco sus dos principales sentidos, que son como ya hemos dicho, la vista y el oído.
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Vista
La vista de las cobayas, es notablemente más aguda que la de los humanos. Tienen un amplio ángulo de visión, además de que son capaces de ver en diferentes colores.
A pesar de todo esto que juega a su favor, son totalmente incapaces de diferenciar las alturas, así que, si dejamos a nuestra cobaya encima de una mesa o en alguna altura, deberemos vigilarla continuamente para que no se caiga.
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Oído
Este es el otro gran sentido de las cobayas, y es impresionante. Si cogemos la rutina de darle a nuestra cobaya pimiento o cualquier otra hortaliza que le guste, podemos asegurarte que, al cabo de un breve período de tiempo, solo con abrir la nevera o hacer ruido con la bolsa, nuestra cobaya ya nos pedirá su ración.
¡Seguramente la cobaya nos reconocerá por nuestra voz o nuestros pasos al andar, solo es cuestión de tiempo!
Adiestrar a la cobaya
Estos roedores son excelentes mascotas muy simpáticas, expresivas y agradecidas. Les encanta aprender nuevas cosas y son capaces de entender mucho más de lo que creemos. Lo primordial que debes de tener para entrenar a una cobaya es tener paciencia, y aclarando que deseamos enseñarle cosas nuevas.
Es fundamental saber con qué vamos a premiar sus avances: las cobayas son vegetarianas y les encanta la lechuga o el perejil; la lechuga a muchas les sienta mal y el perejil puede provocar un envenenamiento; así que solo dale una probadita muy pequeña.
Antes de nada, tienes que decidir qué trucos quieres enseñarle a tu cobaya. Ordénalos desde el más sencillo hasta el más complicado, empieza siempre por lo fácil y ve subiendo la dificultad muy poco a poco.
Decide con que palabra nombrar y entrenar a la cobaya. No intentes enseñarle con la misma palabra todo lo que él va a aprender.
Primero, di la palabra una sola vez y luego guía a tu cobaya para que el poco a poco vaya aprendiendo. Después de varios intentos, habrá entendido que esa palabra significa que quieres que haga esos movimientos.
No intentes castigar a tu mascota cuando él no aprenda rápido o se equivoque. Vuelve a empezar el ejercicio, la equivocación es parte del proceso de aprendizaje. Si al cuyo o roedor no quiere aprender o no le interesa, no tienes por qué esforzarlo, todo esto es con paciencia y calma.
Darse de vueltas
La cobaya aprende todo lo que le enseñas, asi que también a dar vueltas es una de las cosas más fáciles que puede aprender. De nuevo, usarás el premio como señuelo: a la altura de su nariz o más bajo, incluso a ras de suelo, mueve la mano de manera que, para seguirla, el animal tenga que girar sobre sí mismo.
Para empezar, di la palabra que hayas escogido, y luego guía a la cobaya para que dé la vuelta, pero prémiala antes de completarla. A cada intento, haz más recorrido con la mano y, cuando hayas completado un par de vueltas enteras, guíala con la mano para dar la vuelta, pero retira el premio.
Adiestrar a la cobaya poniéndose en pie
Uno de los trucos más sencillos y ligeros es hacer que nuestra mascota se ponga de pie. Empieza con un premio en tu mano. Acércaselo a la cara y elévalo poco a poco, haciendo que se levante sobre sus patas traseras para seguirlo. Las primeras veces, prémiale al momento de despegar las patas delanteras del suelo; luego espera a que se levante un poco más y, para terminar, espera a que se ponga totalmente de pie para darle el premio.
No te olvides de decir la palabra que elijas («en pie» o «arriba», por ejemplo, pero puede ser cualquiera que te apetezca) antes de mandarle levantarse.