Manejar a una mascota es una de las alegrías de tenerla,pero no disfrutan de ser manejadas de inmediato. ¿Cómo domesticar a mi hámster? Algunos hámsters necesitan ser domesticados antes de que usted pueda sostenerlos con seguridad. Afortunadamente hay algunos pasos probados y verdaderos que usted puede tomar para tener a su hámster en sus manos en un abrir y cerrar de ojos.
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Debemos conocerlo antes de saber cómo domesticar a mi hámster
Los hámsters son unos pequeños roedores pertenecientes a la subfamilia de los cricétinos. Las especies más comunes en el ámbito doméstico suelen ser el denominado hámster sirio, hámster Roborovski, hámster ruso, hámster Campbell y hámster chino. Los cuidados del hámster son sencillos frente a los de otras mascotas, lo que, junto con su pequeño tamaño y su carácter sociable, lo convierten en una de las opciones más populares entre los niños. Sin embargo, los hámsters, como toda mascota, requieren un compromiso por parte de sus dueños y su domesticación es clave para que la convivencia sea satisfactoria.
Por otra parte, cabe puntualizar que la tendencia a juntar varios ejemplares está asociada a comportamientos más agresivos. En general, se trata de animales territoriales y solitarios, de forma que cuando sienten que su espacio o comida está en riesgo, pueden tener fuertes e incluso trágicas disputas. Para poder domesticar a mi hámster debemos:
Conocer al hámster es el primer paso para domesticarlo:
Comienza por hablar con tu hámster mientras está en su jaula y juega. Le puedes dar una golosina a través de la barra cada vez que te sientas a hablar con él, para que entienda que tú significas cosas buenas.
Tocar a tu hámster:
Usa guantes si te sientes nervioso acerca de la mordedura, ya que esto aumentará tu confianza y hará al hámster más seguro también. Si estás nervioso, el hámster detectará esto y se volverá ansioso y muy asustadizo.
Huela tu mano:
Una vez que estás sentado cómodamente cerca de la jaula del hámster, dejar que el hámster te huela la mano y ofrécele un convite. Hable con él por un tiempo y acaríciale por la espalda con suavidad si parece calmado. Si se asusta, para y ponen la tapa de nuevo. Deja que se calme y vuelve a intentarlo. Lo mejor es no presionar al hámster cuando se trata de hacer amistad con él. A medida que el hámster se acostumbra, deberías ser capaz de poner tu mano en la jaula y el hámster puede subirse a comer un poco de comida.
No levantes la mano al principio, pero deja que el hámster se acostumbre a estar sentado en tu mano. Cuando te sientas más seguro, puedes probar recogiendo el hámster suavemente con las dos manos. Levanta al hámster de modo que quede frente a ti y sepa lo que está pasando, de lo contrario pueden sentir miedo y correr.
Cuando se encariñe:
Poco a poco nuestro hámster se encariñará con nosotros. Nos tocara poner la golosina al final de la palma al lado de la muñeca para que suba en nuestra mano y así varios días. Cuando esto este hecho el hámster ya no deberá atacarnos, y deberás poder acariciarlo con libertad. Pero recuerda que no es lo mismo poner un dedo por el barrote que meter la mano para acariciarlo.
Si alguno del paso le cuesta volver al anterior e intentarlo un poco más, no todos los hámsters son iguales algunos tardan más tiempo y otros menos en adaptarse otros ni siquiera hay que domesticarlos, en si te huelen un poco y se encariñan, tanto la edad como el tipo influye, pero si poco a poco le demostramos confianza seguro que nos la devuelve.
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