Los conejos son interesantes por eso es normal preguntarnos ¿Cuál es el lugar de origen del conejo? Son mascotas fáciles de cuidar y que los niños adoran y les encanta tener en casa. Si estás pensando en adoptar alguna mascota, no dudes en adoptar a un conejo, no te arrepentirás. No necesitan tener un espacio muy grande, con una jaula grande y apta para él, será suficiente. Los conejos se fueron extendiendo por todo el mundo convirtiéndose en ocasiones en una plaga, como en 1880 en Australia; también en Nueva Zelanda. Teniendo en cuenta la enorme capacidad de adaptación del conejo a una variedad de climas.
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El origen del conejo
El lugar de origen del conejo, o al menos donde existían en abundancia en el albor de la historia, según está reconocido y publicado, fue en la Península Ibérica 1979. No parece existan datos de su presencia en el antiguo Egipto, ni en la Grecia clásica. Unas manifestaciones recientes mencionaban que se » criaban» conejos hace casi 8.000 años, en el antiguo Egipto. Eran importantes en las culturas centroamericanas precolombinas, es lo que me ha motivado a insistir sobre este tema.
En Reino Unido:
Se introdujeron en Reino Unido a través de los normandos allá por el año 1066, con posterioridad, sobre el 1800 fueron exportados a los Estados unidos. Aunque tiempos atrás, concretamente sobre el año 700 se estipula que ya se criaban conejos en los monasterios franceses, de ahí fueron exportados a otros países europeos, en un principio con interés para el consumo humano, no obstante, también su piel comenzó a valorarse con posterioridad.
Romanos:
Remontándonos más atrás en cuanto al origen e historia del conejo doméstico, concretamente durante la conquista de los romanos en la península ibérica, es de destacar que quedaron fascinados por estos pequeños mamíferos, por lo que fueron llevados a Italia, soltados en sus campos e incluso introducidos en jaulas ajardinadas (cercados) que denominaron “leporaria” en castellano: leporarios, pero no con fines de cría, sino como reservas de carne.
La escultura romana, fue otra rama del arte que al igual que la literatura fenicia, se encargó de testimoniar en relación a los conejos. Se supone que la perfección con que se representaron los conejos en la cerámica romana es un fiel registro de la importancia que tenía este animal en esa cultura, siendo enormemente adorado por los romanos. El traslado de conejos a distintas partes del imperio romano fue el primer paso que permitió la propagación de la especie en todo el mundo.
La literatura fenicia:
Es la primera que testimonia en relación a los conejos, animal que según se escribió en aquel entonces acompañaba a los expedicionarios hacia el norte de África y la península Ibérica. Inclusive la zona peninsular fue denominada por esa literatura como la Tierra de Conejos, y esa apreciación da cuenta de la importancia que reconocieron los presentes mamíferos en la cultura fenicia.
La plaga de los conejos
Quienes más sufrieron esta situación fueron los australianos, primer país es declarar la plaga de conejos allá por 1880. Esa situación trajo enormes problemas en ese territorio, y el gobierno de aquel entonces no encontraba la forma de controlarlos. Ni siquiera la escases de recursos alimenticios o bien la presencia de depredadores podían con los conejos. En esa época se esparcían desmedidamente por toda Australia.
En la actualidad, debemos decir que existen unas 70 razas de conejos a lo largo y a lo ancho del planeta. Y entre ellas se diferencian por su tamaño, pelaje y coloración. Al ser hoy una especie domesticada, muchos de los rasgos distintivos de su fisonomía original se fueron perdiendo, aunque otros se mantienen.
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