Los roedores hablando en general son animales terrestres. Existen varias diferencias de los tipos de roedores y por lo mismo se le hace llamar diferente nombre a cada roedor. La mayoría de estos animales son cuadrúpedos (se sostienen de cuatro patas para caminar) de cola larga, garras en las patas, bigotes largos, sus dientes y mandíbulas especiales para roer.
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Anatomía de los tipos de roedores
La anatomía entre las diferencias de los tipos de roedores son uniformes de los mamíferos; las patas delanteras tienen cinco dedos, aunque el pulgar puede estar atrofiado, ser un vestigio o estar ausente; las patas traseras tienen de 3 a 5 dedos y facilitan la locomoción plantígrada de los roedores.
La cola de estos mamíferos roedores tiene una gran utilidad para distintas especies: los castores con su cola ancha y plana para nadar a propulsión; el ratón de las mieses euroasiático la utiliza para trepar por los cereales, en algunas especies la cola puede cortarse o desgarrarse cuando es atrapada por un predador, este sistema permite al roedor huir de su perseguidor.
Dientes
Los cuatro incisivos de los roedores es una de las principales características que los diferencian del resto de mamíferos. Son curvos, largos y de crecimiento constante, la parte posterior tiene una dentina más blanda que es la que se erosiona por el desgaste, este sistema también permite que las piezas dentales se mantengan siempre afiladas; la superficie frontal de los mismos dispone de esmalte.
Las diferencias de los tipos de roedores y su cola
Las diferencias de los tipos de roedores también entran la parte de su cola. Sabemos que los roedores pueden tener diferentes funciones según su forma distinta en la cola, pero, existen ciertas particularidades que nos quedan por conocer, por ejemplo:
La rata tiene más filas de escamas (en forma de anillos y revestidas por pelos cortos y rígidos conocidos con el nombre de cerdas) en la cola (210 o más) que los ratones (no más de 180). El jerbo posee una larga cola que le permite estabilizarse en los saltos y apoyarse cuando se ponen en pie sobre sus patas traseras.
El olfato y oído en los diferentes tipos de roedores
En general todos los roedores poseen agudos sentidos de olfato y del oído lo que, junto a la sensibilidad táctil de sus largos y tupidos bigotes, les ofrece un mejor conocimiento de lo que sucede a todo su alrededor.
El jerbo es un animal que su oído es de gran tamaño y muy excelente que le permite gozar de su audición. Los ratones se puede calificar el oído de este animal como sobresaliente ya que les permite penetrar en el territorio sonoro de los ultrasonidos. Si hablamos del hámster ellos tienen un órgano más desarrollado que otros y el mejor, estamos hablando de su olfato ya que les permite recordar las imágenes olfativas.
Si hablamos de la cobaya es muy diferente a los demás roedores (ratón, hámster y jerbo) su oído permite disponer de la gran mayor cantidad de células auditivas y de un extraordinario oído; ellos llegan a percibir frecuencias de hasta 33.000 Hz.
El olfato y el oído de estos roedores es más 1.000 veces superior al del ser humano.
Órgano visual
En lo referente a la vista podemos decir que las especies nocturnas tienen los ojos más grandes que las especies diurnas. Esto se debe a la necesidad de optimizar la luz que recibe la retina. Cuanto mayor es la cantidad de luz recibida, más clara, nítida y brillante es la imagen recibida.
- Ardillas: si distinguen los colores disponen de un amplio campo visual.
- Cobayas: a diferencia de otros roedores y de los lagomorfos, las cobayas tienen cierto grado de visión de los colores.
- Ratones: no pueden apreciar los colores, aunque gracias a la posición de sus ojos tienen un campo visual de casi 360 grados.
- Hámster: disponen de una capacidad visual escasa, aunque pueden apreciar ciertos colores.
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Cola
Los ratones y las ratas cuentan con unas filas de escamas en formar de anillos y revestidas por pelaje corto y rígido conocido como cerda en la parte de la cola. La cola del jerbo le permite estabilizarse en los saltos y apoyarse cuando se ponen en píe sobre sus patas traseras.
Ya sabemos que las cobayas de cualquier raza no tienen cola reconocible.