Existen muchas dudas sobre cómo cuidar a un hámster, pero una de las preguntas más frecuentes es la de ¿es necesario vacunar a mi hámster? Al momento de adoptar a una mascota surgen demasiadas preguntas y sobre todo miedo de pensar en que los estamos criando mal. Hoy te hablaremos sobre las vacunas en nuestro hámster.
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¿Es necesario vacunar a mi hámster?
Los hámsters nacen sin ninguna enfermedad y, por tanto, no es necesario vacunar a mi hámster. Hay que tener en cuenta que no están en contacto con fuentes de gérmenes y virus que puedan contagiarlos de parásitos y tampoco están en contacto continuo con el suelo. No viven igual a los perros y los gatos. Así, no es fácil que se contagien de estos parásitos. Sí que es cierto que en alguna ocasión puede adquirir algún parásito por otro animal doméstico o por alguna verdura mal lavada, pero en estos casos solo es necesario llevarlo al veterinario para que le examine y le recete el tratamiento más adecuado.
Cuidados básicos de los hámsters, para evitar enfermedades.
Estos roedores deben comer dos veces al día. Su alimentación se basa en comida granulada. Como suplemento, se les puede dar frutas, como manzanas y peras; y, vegetales como hojas de col, espinacas o nabo.
Es importante darles alimento seco porque ellos almacenan la comida en bolsas que tienen en sus mejillas, si se les da algún alimento húmedo puede llegar a obstruirlas, lo cual implicaría una cirugía. También pueden llegar a padecer de infecciones por los alimentos mal lavados.
En la jaula debe haber siempre un bebedero con agua fresca, que se debe cambiar diariamente. Para evitar enfermedades el espacio de los hámsters tiene que limpiarse una vez a la semana. Se debe colocar viruta o papel periódico para sus deposiciones.
¿Qué come un hámster?
Los hámsters son animales omnívoros (comen de todo) y debemos ofrecerles una dieta lo más equilibrada posible. Las dietas comerciales suelen presentar gran cantidad de semillas (sobre todo de girasol) donde la mascota puede seleccionar lo que más le gusta, favoreciendo la obesidad. Existen piensos que están bien formulados y evitan la selección.
Verdura y fruta:
Una pequeña cantidad que retiraremos diariamente si no ha sido consumida. Acelgas, calabacín, zanahoria, maíz, escarola, berza, endibia, pimiento, espinacas, canónigos, achicoria, brotes de soja, pera, manzana, sandía, moras, arándanos, kiwi, ciruela, fresas, etc.
Pienso:
Cucharada de café en hámster rusos o roborovski y cucharada y media en hámster sirios. A ser posible pienso extorsionado (en animales que han comido desde siempre mezcla de semillas es complicado realizar un cambio de dieta).
Heno:
Pequeñas cantidades de heno que permitirán un aporte adecuado de fibra en la dieta.
Proteína:
Podemos complementar esta dieta con un poco de pavo bajo en sal, clara de huevo cocida o queso fresco una vez por semana.
Y no olvides que debe tener agua a libre disposición, lo más práctico en bebedero de chupete.
Antes de adoptar a un hámster debes saber:
Para adoptarlos es preferible llevarlos a casa a los 26 días de nacido. “Es necesario acostumbrarlos al contacto con la mano del amo, porque al estar alejados pueden llegar a morder”.
Tienden a dormir durante el día y por las noches comienzan su rutina de entrenamiento que realizan en sus ruedas de ejercicios. Son animales ágiles y expertos en escape, por ello cuando se les adecue una jaula ésta debe ser metálica y no de plástico o de madera, porque, son roedores. Se recomienda cerrar bien la jaula porque suelen huir cuando no están bien aseguradas.
Una de las particularidades de este animal es que su temperatura corporal es igual a la de los humanos, que es de 37°C. Cuando esta baja, el cuerpo del roedor entra en un estado de hibernación. El pulso y la respiración se vuelven “inapreciables”. Por ello antes de dar por muerto a un hámster se le debe prodigar calor sobre una almohadilla (a 32° centígrados) durante 30 a 60 minutos para que pueda salir del estado catatónico.
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