El lenguaje corporal del conejo, al igual que ellos, es muy especial y divertido, realmente parece ser una mascota que no tenga mucho que decir, en realidad ruidos no hacen demasiados, pero su lenguaje corporal es muy amplio y significativo. Ser capaz de entender a un conejo implica que aprendas a pensar un poco como él. Tu conejo nunca entenderá muchas de las misteriosas cosas que tú haces, pero tú sí que puedes llegar a entender porque los conejos hacen lo que hacen.
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¿Cuál es el lenguaje corporal del conejo?
Debes tener en cuenta que los conejos en sociedad se comportan de una forma especial. Y el lenguaje del conejo corporal puede variar de distintas formas. Tu conejo puede verte de dos maneras: como a un depredador y tenerte miedo o como a un conejo más, pero en ese caso, se dirigirá hacia ti como lo haría hacia otro conejo, por eso es importante saber qué es lo que quiere decirte.
En su hábitat natural son presas de muchos carnívoros, y en cautividad siguen teniendo los mismos instintos que un conejo salvaje. Pueden ser muy inteligentes, cariñosos, sociables y divertidos, pero también agresivos, malcriados y testarudos. Deberemos ser muy pacientes con estos animales tan inteligentes y especiales.
Olfatea:
Está demostrando su curiosidad ante algo nuevo, una habitación desconocida, un objeto extraño… La nariz de un conejo es como un termómetro para indicar el interés en algo. Moverá la nariz más rápidamente si su curiosidad es mayor. Un conejo que esté relajado apenas moverá la nariz.
Una manera de calmar a tu conejo ante un entorno nuevo es hablarle suavemente e intentar mover la nariz como él lo hace, pero cada vez más despacio, mover la nariz es difícil para nosotros, pero podemos recrear el movimiento moviendo el labio superior; si tu conejo te presta atención, el movimiento de su nariz se ralentizará con el tuyo.
Golpea el suelo con las patas traseras:
El conejo tiene miedo y lo comunica a través de este ruido. También realiza este gesto para llamar tu atención o para demostrar su enfado ante cualquier cosa.
Gruñe o emite sonidos:
Tu conejo está enfadado. Cuanto más fuerte y grave gruña más probable es que algún mordisco o arañazo venga después. No le molestes más, los conejos también tienen días malos, sobre todo durante el celo. A veces cuando les limpiamos la jaula aprovechamos para arreglársela un poco, poner las cosas en orden, estructurarla… pero puede que a nuestro pequeño amigo no le haga tanta gracia. El conejo es un animal muy rutinario y tiene muchos hábitos que para él son “sagrados” y puede que le gustara más como estaba la jaula antes y prefiera mantenerla de esa forma. Si pruebas a hacerlo cuando el conejo está fuera de la jaula y no te ve, puede que no le importe tanto. Tira las orejas hacia atrás.
Te está avisando, está enfadado, vuelca todo su peso hacia las patas traseras y está preparado para atacar. Ve con cuidado, acércate a él desde el suelo e intenta ponerle la mano sobre la cabeza, cuidando que no se gire para morderte. Deja tu mano en su cabeza durante un rato, este gesto demuestra conquistar, le estás diciendo que mandas tú. Si acepta que pongas su mano encima de su cabeza y no se va, es que ha aceptado tus disculpas, aunque esté todavía un poco enfadado.
Está tumbado en el suelo:
Si nuestro conejito se tumba a nuestro lado, sin duda es que se siente a gusto, hemos logrado ganarnos su confianza. Cuando dos conejos están juntos pasan mucho tiempo tumbados el uno junto al otro, es una muestra de cariño. ¡Así que si lo hace con nosotros debemos sentirnos afortunados! Son 2 formas distintas de tener las patas recogidas estas son:
Con las patas traseras recogidas: cuando están en un lugar desconocido o haya algo en el entorno que no les inspire demasiada confianza, recogen las patas para salir corriendo al mínimo susto.
Con las patas traseras estiradas y hacia un lado: si se encuentran en un lugar conocido y se sienten confiados, se tumbarán de este modo para descansar mejor.
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