El hurón doméstico (Mustela putorius furo) es una especie que cada día, las personas optan por tenerlo como animal de compañía (mascota). Los hurones son muy susceptibles a las enfermedades víricas, particularmente al moquillo canino. La mayor parte de la información de estas enfermedades víricas se ha obtenido a partir de infecciones experimentales en hurones. Este tipo de virus puede causarle una gran enfermedad. El moquillo en hurones es una enfermedad de tipo viral, y es muy peligroso para nuestros animalitos, tiene una taza de mortalidad muy alta. Por esta razón debemos que cuidarlos y mantenerlos alejados de lugares peligrosos o sospechosos de bacterias o virus. Una buena manera de protegerlos es vacunarlos a la edad correspondiente y no dejarlos por ningún motivo si sus vacunas.
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¿Cual es el moquillo en hurones?
El virus del moquillo canino (Canine Distemper Virus: CDV) pertenece al género Morbillivirus en la familia Paramyxoviridae. Este virus es susceptible a la luz ultravioleta, al calor y a la desecación; sin embargo, puede sobrevivir durante semanas a 0ºC (Greene y Appel, 2006).
Como se transmite el moquillo en hurones
El CDV causa el moquillo canino (Canine Distemper: CD). Una enfermedad sistémica contagiosa, aguda o semi aguda, que afecta a carnívoros terrestres de las familias Canidae, Mustelidae y Procyonidae.
La transmisión del CDV se produce principalmente por aerosol o secreciones/exudados orales, respiratorios u oculares que contengan el virus. Y la transmisión por piel, heces u orina se considera menos importante; la transmisión transplacentaria se ha documentado en perros, pero no en hurones. Para la transmisión del CD se necesita una asociación cercana entre animales infectados y susceptibles, debido a la relativa fragilidad del CDV en el ambiente.
Periodo de incubación
El periodo de incubación varía aproximadamente entre una semana a un mes o más. La duración del curso clínico también depende de muchos factores y varía de una a seis semanas, con recuperación o muerte. La excreción vírica ocurre también en la forma subclínica, y el virus se puede eliminar desde el día 7 post-infección, hasta el día 90 post-infección.
Sin embargo, los periodos de eliminación más cortos son más frecuentes. El contacto entre animales recientemente infectados, mantiene el virus en una población, y la presencia constante de cachorros contribuye a mantener una población susceptible a la infección.
Síntomas del moquillo en hurones
Los síntomas dependen de la especie, la cepa de virus, la inmunocompetencia del hurón o ferret. Generalmente, es una enfermedad sistémica que afecta principalmente a la piel, al sistema respiratorio y al sistema nervioso central. Los signos clínicos incluyen depresión, exudado nasal mucopurulento, tos, fiebre, anorexia, vómito, diarrea, comportamientos anormales, convulsiones, signos vestibulares y cerebelares, hiperqueratosis de la piel y prurito.
Mortalidad del ferret (hurón) con el moquillo
Entre las especies susceptibles al moquillo, el hurón es de las que presenta una mortalidad más alta, cerca del 100%. En esta especie, a los dos días tras la infección experimental ya se puede detectar el virus en sangre, mucosa nasal, pulmón, bazo y linfonodos cervicales. La viremia persiste hasta que el hurón muere o el virus es neutralizado por los anticuerpos.
Tratamiento para el moquillo en hurones
El tratamiento debe considerarse en cualquier hurón con moquillo, aunque es improbable que los casos graves o aquellos con signos neurológicos respondan al tratamiento. La terapia debe incluir siempre antibióticos de amplio espectro, pues las infecciones secundarias son frecuentes. Es recomendable seleccionar el tratamiento antimicrobiano en base a cultivo y antibiograma de muestras obtenidas por lavado traqueal. Simultáneamente, se ha recomendado la administración de vitamina A a dosis de 50.000 UI (15 mg) de palmitato de retinol IM SID en dos tratamientos, ya que un estudio demostró que reduce la mortalidad en hurones con moquillo canino.
El suero hiperinmune contra el moquillo canino también puede ser útil, pero su disponibilidad comercial es muy escasa. El soporte nutricional es importante en los casos clínicos, pues los hurones con moquillo pierden el apetito y desarrollan un pobre estado nutricional, lo que reduce la función inmunitaria y no les permite luchar adecuadamente contra la enfermedad. Mantener hidratados a los hurones es de vital importancia. Otros tratamientos sintomáticos con antinflamatorios o broncodilatadores pueden estar indicados en algunos casos. Es obligatorio el aislamiento de los hurones afectados.
Vacunas contra el moquillo
La vacunación se puede utilizar como tratamiento ante un brote de moquillo, pero es necesaria la aplicación temprana de una gran cantidad de virus vacunal para lograr este efecto terapéutico. El tiempo requerido para el desarrollo de este efecto es inversamente proporcional a la dosis de virus vacunal, y a medida que pasa más tiempo entre la infección y la vacunación, se necesitan dosis más altas de virus vacunal y el índice de supervivencia es menor. La vacunación no suele ser eficaz si han transcurrido más de 48 horas entre la infección y la vacunación, o en el caso de que la cantidad de virus infectivo sea muy alta o la cantidad de virus vacunal demasiado baja; sin embargo, la vacunación en estas situaciones puede retrasar el inicio de los signos clínicos y prolongar el curso de la enfermedad.
De todos estos datos se deriva que la vacunación no es eficaz una vez que el hurón ha empezado a mostrar signos clínicos. La vacunación contra el CDV ha sido muy eficaz en hurones y ha producido una disminución de los casos clínicos de esta enfermedad en muchos países.