Los parásitos en mi conejo pueden llegar a ser un gran problema si no lo detectamos a tiempo. Cuando tengas sospechas que tu conejo pueda tener esto, es importante llevarlo con el veterinario. Los parásitos aparecen por varias causas, y te explicaremos cuales son, para que puedas ayudar a tu mascota que tienes en casa. Los parásitos pueden afectar a los animales de forma interna, es decir, afectan a órganos como el intestino o el bazo, o de forma externa, que anidan bajo la dermis o en el oído externo del animal. Tanto los síntomas como la gravedad de la infección varían dependiendo de la parte afectada.
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Parásitos en mi conejo
Los parásitos, como cualquier agente etiológico, demandan condiciones ambientales específicas que les permitan sobrevivir, primero, y después, tener el potencial para entrar en contacto con un hospedador y establecerse, generando diversas reacciones al transcurrir su ciclo biológico. Existen 2 tipos de parásitos, los internos y externos.
Parásitos internos:
Trichostrongylidae:
Estos son parásitos estomacales. Los conejos se infectan al ingerir los huevos de gusano. El parásito se desarrolla hasta la madurez en el estómago. La infestación con estos gusanos generalmente no tiene signos clínicos. En infecciones severas, puede no observarse el fracaso en el aumento de peso o pérdida de peso.
ENDOPARÁSITOS:
Los endoparásitos o parásitos intestinales son aquéllos que viven en el aparato digestivo del huésped, en este caso, nuestros animales de compañía. Los parásitos pueden clasificarse en tres grandes grupos según el aspecto que presentan sus formas adultas cuando se encuentran en el intestino de los animales: nematodos, cestodos y protozoos.
Nematodos:
Aunque menos comunes que los coccidios, también es frecuente encontrar infecciones por nematodos, generalmente la especie Passalurus ambiguus es la más observada en nuestros conejos. Se trata de unos pequeños gusanitos de color blanco o blanco amarillento que parasitan el ciego y el colon.
Muchas veces producen infecciones asintomáticas sin producir enfermedad, pero es importante examinar las heces de nuestro conejo periódicamente en el veterinario ya que aunque no estén dando problemas, hay que tratarlos y eliminarlos en caso de detectarse en el análisis coprológico.
Paracitos externos:
Las pulgas son los más comunes prácticamente en todos los mamíferos. Producen picor, escozor e irritación cutánea, por lo que sólo tendremos que fijarnos en la frecuencia con la que se rasca nuestro conejo para saber si está afectado o no.
La sarna:
Se localiza sólo en las orejas, causada también por un ácaro de la misma familia. Los síntomas son los mismos, con la particularidad de que el animal se rasca sólo las orejas, además de sacudir continuamente la cabeza. El procedimiento a seguir es el mismo que en el caso anterior.
Pulgas:
La comezón suele ser el signo fundamental que nos hará sospechar de la presencia del parásito. Las pulgas son insectos hematófagos, lo que quiere decir que se alimentan de la sangre que extraen de los animales que parasitan mediante picadura. Esta acción provoca molestias y prurito. Además, en algunos animales su saliva es capaz de desencadenar una reacción alérgica, lo que produce, además del picor, caída del pelo y lesiones de mayor o menor gravedad, sobre todo en la zona final del lomo.
Garrapatas:
Las garrapatas son arácnidos agrupado en dos familias principales. Esta es otro de los parásitos en mi conejo. Estas son conocidas como las familias Argasidae e Ixodidae. Son vectores de muchas enfermedades, ya que son capaces de actuar como portadores. La saliva de la garrapata que se inyecta en la sangre de los huéspedes puede contener toxinas y posiblemente otros organismos.
Las garrapatas se unen a sus huéspedes y se alimentan de su sangre. Muchos animales pueden ser afectados por garrapatas, incluyendo gatos, perros, caballos, ganado y conejos. Las garrapatas incluso beben la sangre de los humanos. Lo hacen hasta que estén completamente llenas y luego caen naturalmente.
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