Los parásitos en hámsters son comunes en este tipo de mascotas, ya que es fácil contraerlos al juntarlo con alguna otra mascota del hogar. Te explicaremos de los parásitos que existen y cómo puedes evitarlos o tratarlos en caso de ya tenerlos. Los ácaros son ectoparásitos hematófagos que forman parte de una gran clase de arácnidos de diminuto tamaño, que son reconocidos alrededor del mundo como uno de los agentes alérgenos más frecuentes.
Contenido del Articulo
Tipos de parásitos en hámsters
Externos:
Los parásitos externos son aquellos que se localizan sobre la superficie externa del cuerpo del hospedador o en cavidades que se comunican directamente con el exterior.
Piojos:
Los piojos, de manera similar a las pulgas, se transmiten por contacto y viven en el pelo de los mamíferos. Su proliferación es muy rápida, llegando a ocasionar molestas comezones en los roedores.
Pulgas:
Observa todas las zonas e inspecciona que, si tiene sangre, irritaciones, huecos sin pelo, pedazos de piel reseca o pequeños puntos moviéndose. Saca todo lo que se encuentre en su jaula como juguetes, rueda, platos, lávalo y sécalo muy bien. Cambia su agua, alimento y aserrín. Lava muy bien tus manos antes de tocar a cualquier otro animal.
Garrapatas:
Las garrapatas son parásitos que se adhieren a los animales del anfitrión y se alimentan de su sangre. La saliva de la señal contiene a un agente anestésico, lo que significa que fácilmente pueden pasar desapercibidas por el animal. Las garrapatas pueden causar parches rasguñando, dolores en la piel y pequeñas heridas. Ellos mismos se lucen como manchitas negras
Sarna:
La sarna es una infección de la piel muy contagiosa causada por ácaros. Los síntomas incluyen rascado excesivo y la piel seca y escamosa. Los síntomas adicionales incluyen la pérdida del cabello y costras alrededor de los genitales, la nariz y las orejas. Debido a que es tan contagiosa, el aislamiento es necesario para reducir la exposición a otros hámsters, los seres humanos y a otros animales domésticos.
Internos:
También pueden albergar diferentes tipos de parásitos intestinales, aunque los problemas causados por ellos son raros, ya que normalmente estas afecciones son asintomáticas.
Colibacilos o Escherichia coli:
Parásitos intestinales que provocan la colibacilosis, la enfermedad más grave que pueden contraer los hámsters. Se caracteriza porque la zona del recto del hámster se encuentra húmeda o mojada, y se ve acompañada por diarreas, falta de apetito, debilidad generalizada, problemas de respiración, y otros síntomas no apreciables a simple vista como hinchazón de diversos órganos internos.
Si no se revelan a tiempo, el hámster podría morir.
Lombrices y otros gusanos:
Parásitos intestinales que provocan hinchazón en el abdomen y diarrea crónica, lo que conlleva a una pérdida de peso. Algunos de estos parásitos se pueden observar a simple vista en las heces del hámster, pero otros no, por lo que es aconsejable que, a los primeros síntomas de malestar, se acuda al veterinario.
Síntomas de parásitos en hámsters
Los primeros síntomas de una infestación de ácaros en los hámsters son por la comezón intensa que tienen, la piel inflamada y enrojecida, y las calvas en su pelaje. A continuación, se puede observar la formación de costras o erupciones en la piel, así como la presencia de líquido o puntos oscuros principalmente en sus oídos (donde regularmente suele empezar las infestaciones por ácaros).
La comezón e irritación provocadas por los ácaros rápidamente también se reflejan en el comportamiento del roedor, que suele mostrarse más hiperactivo y nervioso que lo habitual, pudiendo caminar de forma agitada por su jaula y hasta desarrollar problemas de comportamiento, como ansiedad o agresividad.
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