Los hámsters son animales intensamente complejos, pero ¿Por qué mi hámster está muy inquieto? no obstante, si llegamos a comprender la razón de sus impredecibles acciones, podemos lograr que esté saludable y feliz. El estrés en los hámsters es un problema para nuestra mascota, por eso debemos conocer y aplicar la manera de cómo reducirlo, así lograr que viva por más tiempo.
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Razones por las que mi hámster está muy inquieto
Los hámsters son unos animales encantadores que se han popularizado mucho como animales de compañía, especialmente entre los más pequeños. Si bien requieren poco espacio y cuidados relativamente sencillos, estos roedores necesitan que prestemos especial atención a su bienestar animal.
Se sienten amenazados:
Debido a que en estado silvestre son presas fáciles para muchos depredadores, los hámsters necesitan estar constantemente alertas y ser capaces de reaccionar rápidamente para escaparse, defenderse y garantizando así su supervivencia. Por ello, los hámsters suelen ser principalmente vulnerables a padecer estrés y requieren un ambiente muy positivo para sentirse seguros.
Estrés:
El estrés y el nerviosismo es una de las causas más comunes del porque mi hámster está muy inquieto. Los hámsters puede tener diversas causas posibles, dependiendo del carácter del animal, el entorno en el que vive y los cuidados proporcionados por su tutor. Debido a que existen varios tipos de hámsters y cada individuo puede tener una personalidad distinta, los signos de estrés pueden variar de un roedor a otro. Por esta razón, es muy importante que el tutor conozca el carácter y el comportamiento de su hámster para identificar cualquier alteración en su conducta habitual.
Demasiado ruido:
Cualquier movimiento brusco, ruido fuerte o estímulo extraño puede llegar a asustar y estresar a tu roedor, ya que ellos pueden llegar a interpretar que su bienestar puede estar amenazado. Al intentar recogerlos de forma escabrosa, por ejemplo, les podemos asustar y generar una situación estresante y muy negativa para nuestros pequeños roedores.
Miedo:
Los hámsters que comparten su casa con otras mascotas o viven en ambientes muy ruidosos (las personas, y en especial los niños pueden llegar a ser muy ruidosos para un hámster), pueden sentirse estresados, principalmente si no han sido correctamente socializados, es decir, habituados a la presencia de personas, animales y entornos diversos, haciendo que padezcan miedo al identificar estos estímulos como extraños.
No tiene juguetes:
Por otro lado, los roedores que no cuentan con un ambiente enriquecido, con juguetes y elementos que le permitan jugar, ejercitarse y entretenerse, tienen mayor tendencia a acumular estrés. De hecho, el sedentarismo y la falta de estimulación mental están entre las principales causas de estrés en los hámsters y también en otros animales.
Falta de higiene:
Una higiene deficiente en su jaula, ciertas veces, también puede hacer que tu hámster se muestre más nervioso e inquieto que de costumbre. Recuerda que estos animales son muy limpios, por lo cual una correcta higiene y la elección de los sustratos adecuados para su jaula son parte fundamental de los cuidados de un hámster.
Mala costumbre:
Puede que todo esté aparentemente bien y aun así tu hámster e insista en mordisquear los barrotes de la jaula. Existen distintos métodos que puedes probar para que deje de hacerlo y te daremos algunas ideas, pero tendrás que utilizar también tu ingenio. Si muerde siempre en el mismo sitio, puedes intentar bloquearle el paso colocando allí su casita, un bloque de madera o una rama para ver si la adopta como nuevo material para roer. Otra opción es frotar los barrotes con algo que no le guste, como jugo de limón, vinagre o cualquier otra sustancia que no sea tóxica.
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