Las tortugas son agresivas por muchas razones, y te vamos a ayudar a entender porque sucede esto y cómo podemos evitarlo. Las tortugas son una buena opción al momento de querer adoptar a una mascota, necesitan de cuidados básicos y que no suelen ser muy difíciles. Tener una tortuga en casa puede parecer una tarea sencilla, son animales tranquilos, independientes y que realmente no exigen casi nada de atención. Sin embargo, el tener una tortuga como mascota no nos libera en su totalidad de una responsabilidad y siempre hay que prestarles mucha atención a tan silenciosos animales.
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Las tortugas son agresivas: Razones
Está protegiendo su territorio:
Este comportamiento es muy probable que tenga aparición si has decidido tener más de una tortuga dentro de un mismo espacio. Para ellas lo más importante es su independía e individualidad dentro de un espacio. El problema está en la naturaleza de las tortugas que son fundamentalmente animales solitarios. Grupos de tortugas tal vez puedan vivir en el mismo lugar porque las condiciones son favorables para eso, pero ellas no son realmente animales sociales.
Las tortugas son agresivas por el apareamiento:
Si no es el caso también existe la posibilidad de que puedas sentir hostil a tu tortuga en épocas donde comienza el apareamiento, ya que normalmente es un proceso bastante agresivo que puede dejar marcas inclusive en su caparazón.
Las tortugas terrestres alcanzan su madurez sexual entre los 7 y 10 años de vida. A partir de los 7 años para los machos y desde los 9 años para las hembras, generalmente. Las tortugas anfibias, o de agua dulce, logran la madurez sexual en menos tiempo, generalmente a partir de los 5 años.
Los quelonios marinos, en cambio, pueden alcanzar la madurez sexual entre los 6 y 8 años de vida. Aunque algunas especies pueden necesitar más tiempo, hasta 50 años
Mala alimentación:
Si la comida que está recibiendo no es agradable para ellas podrán no solo dejarla de lado sino molestarse al momento de recibirla.
Es prácticamente imposible ofrecer en casa a una tortuga lo que comería en la naturaleza como las gramíneas, dientes de león, juncos, plantas leguminosas. Por eso, podemos optar por otras alternativas, pero siempre prestando atención a ciertas condiciones:
Que los alimentos que coma tengan una proporción 2:1 de calcio y fósforo. Intentar que la gama vegetal de alimentos sea lo más variada posible. No le ofrezcas proteína animal con asiduidad. Basta con hacerlo de forma ocasional y solo si sabes seguro que la especie de tortuga que tienes no es exclusivamente vegetariana.
Su caparazón está mal:
Las enfermedades del caparazón son más frecuentes en las tortugas acuáticas, generalmente asociadas a un mantenimiento inadecuado. Lo más común es el agua en mal estado, substratos demasiado ásperos, temperaturas inapropiadas, falta de luz ultravioleta, mala alimentación y falta de zonas de calentamiento en el terrario. La otra causa frecuente de enfermedad son los golpes y ataques de otros animales.
Presenta erosiones y desgaste de una placa marginal delantera derecha como consecuencia de mordeduras de un perro que convive con ella. Es un error dejar que convivan juntos, pues en este caso es muy leve el problema, pero muchas veces ocurren verdaderas amputaciones o desgarros o incluso muertes como consecuencia de esos ataques de perro u otros animales carnívoros o incluso por mordeduras de rata.
Debemos saber que la agresividad es parte de su naturaleza y no debe de preocuparnos más de lo normal. Lo que debemos hacer es brindarle la mayor comodidad que podamos para hacer menos duro este comportamiento.
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